El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha rechazado los dos recursos presentados por España contra los reglamentos para impulsar una patente única europea y validó así la creación de este nuevo instrumento que pretende simplificar los registros y abaratar costes. Tras la sentencia, se espera que las nuevas patentes unitarias comiencen a registrarse a partir de 2016.
En relación al régimen lingüístico, donde España reclamaba la inclusión del español como lengua válida para su tramitación además del inglés, el francés y el alemán, la máxima instancia judicial comunitaria subrayó que el reglamento de la patente tiene el objetivo de ser "uniforme y simplificado" y facilitar el acceso a la protección que ofrece la patente, especialmente para las pequeñas y medianas empresas.
Para registrar una patente tanto a nivel nacional como en el resto de la UE, una compañía española tendrá que realizar en primer lugar los trámites necesarios en la oficina nacional de patentes en su propio idioma, y a continuación enviar una solicitud a la oficina europea EPO. En este segundo trámite, la solicitud podrá presentarse en dos versiones, una opcional en español, o cualquier otro idioma de la UE, y otra obligatoria en inglés, francés o alemán.
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