Según IDC, durante 2015 la industria de software de seguridad en Europa occidental ha conseguido superar los 5.000 millones de dólares. Para 2020 se espera que la cifra supere los 7.000 millones de dólares.
Los motores de este espectacular crecimiento radican, en opinión de la consultora, en el aumento de las amenazas y la sofisticación de los ataques; el aumento de los requerimientos regulatorios en temas de calidad y protección de datos que las administraciones nacionales y europeas hacen a diversos sectores, y el aumento de las implementaciones en el campo del IoT y la transformación digital que han diluido el concepto de “perímetro de seguridad” ampliando el target de los ataques.
Pese a las cifras positivas, IDC recuerda que el crecimiento no impactará a todos los sectores de la seguridad por igual: por ejemplo, la protección de los entornos de mensajería electrónica ha retrocedido ante la evolución de estos hacia el ámbito de Software As A Service (SaaS).
Cabe destacar el papel que la consultora recomienda mantener a empresas y profesionales a la luz de las tendencias identificadas: “los enfoques tradicionales de la seguridad, reactivos, ya no son suficientes para hacer frente al desafío de la protección de los entornos digitales. Cada día se liberan más de un millón de variantes de malware. La capacidad de contrarrestrar estas amenazas solo con software antimalware no es efectiva”. Una vía para dar respuesta a este nuevo escenario se encontraría en los proveedores de servicios de seguridad gestionada (MSSP), una alternativa que permite automatizar las iniciativas de protección al tiempo que se reduce la carga y la presión sobre los recursos internos de las firmas sin sacrificar seguridad.
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