AEI 521 - Entrevista a Luis Fernando Álvarez-Gascón, presidente del FEI y director general de Secure e-Solutions de GMV

A finales de mayo vio la luz el documento 'Propuestas para la reconstrucción de una economía sostenible' (descargar). Este Manifiesto, promovido por el Foro de Empresas Innovadoras (FEI) y la Comunidad IND+I, supone una reflexión de la coyuntura económica y productiva de la industria europea en general y española en particular, al tiempo que propone una serie de medidas de acción a desarrollar por los diferentes gobiernos en un plazo lo más reducido posible. El documento es público y ha sido enviado a todos los partidos políticos para su estudio y consideración. Luis Fernando Álvarez-Gascón, presidente del FEI y director general de Secure e-Solutions de GMV, desgrana para AeI las características y propuestas que propone este valioso instrumento.

Automática e Instrumentación: ¿Cuál es el objetivo último del pacto que proponen en su Manifiesto?

Luis Fernando Álvarez-Gascón: Reflexionar sobre la naturaleza de cuál ha de ser el camino de recuperación posCovid-19, que necesariamente tiene que apoyarse en pilares de un nuevo modelo productivo más próspero y sostenible, basado en la innovación, la ciencia y la industria. Fruto de esta reflexión, el Foro de Empresas Innovadoras (FEI) y la comunidad IND+I hemos elaborado un Manifiesto con 10 propuestas concretas de futuro, que además de dibujar el tiempo de después de la crisis sanitaria, económica y social, pretende inspirar a las autoridades, agentes sociales y económicos y a la sociedad en general.

AeI: ¿Hacia qué elementos se enfoca el Manifiesto?

LF: El Manifiesto comienza proponiendo unas bases de consenso hacia una sociedad construida sobre los valores europeos de libertad y justicia social, y un Estado de bienestar necesariamente apoyado en una economía próspera y sostenible. Las bases del nuevo modelo que planteamos son: la innovación como mecanismo de puesta en valor del conocimiento, una mayor intensidad industrial en la economía y los retos sociales, destacadamente los de sostenibilidad, como orientación para ese desarrollo. La hoja de ruta que proponemos debe trascender a los gobiernos, como proyecto de País, y su objetivo ha de ser mejorar el bien común.

Apostamos por un modelo productivo sustentado en una estrategia activa de innovación, que incorpore el impulso de la investigación así como el de la industria y la digitalización de todos los sectores, y colocándola en el centro del relato político transformador. Sin una apuesta clara por la innovación, un país se aleja de las corrientes de oportunidad y sus empresas no pueden competir a largo plazo a nivel global. La mejor estrategia es vincularla a determinados ámbitos en los que tenemos ventaja competitiva y conocimiento acreditados.

Las políticas de innovación requieren ahora darles la máxima prioridad, con presupuestos estables y programas eficientes que respondan a una hoja de ruta establecida. La intensidad tecnológica de la economía española (medida en esfuerzo en I+D/PIB) continúa muy por debajo de la media europea. La estrategia “Europa 2020” tenía como objetivo situarla en el 3% de inversión en I+D en 2020 y España está todavía muy lejos de cumplir esos objetivos. El déficit anual (público y privado) para alcanzarlo es de 21.213 M €.

“Sin una apuesta clara por la innovación, un país se aleja de las corrientes de oportunidad y sus empresas no pueden competir a largo plazo a nivel global”

Además, del presupuesto público de 6.366 M € consignado en 2019, solo se invirtieron 2.955 M€ (el 46,4%), posiblemente por excesiva complejidad burocrática e ineficiencia financiera de los instrumentos habilitados a tal efecto. Se hace preciso revisar por tanto nuestros mecanismos administrativos en beneficio de los objetivos que queremos conseguir. Desplegando entre otras cosas una política activa de incentivos a la inversión privada en I+D+I e ideando modelos de colaboración público-privada.

Por otra parte, la industria supone el verdadero motor de inversión y crecimiento, sobre el que consolidar estados del bienestar. La industria, que debe llegar en nuestro país al 20% del PIB, tiene en la digitalización y en la urgencia para cumplir los objetivos de sostenibilidad sus vectores principales. Estos propiciarán la aparición de factorías y procesos completamente transformados y modificará los perfiles del talento necesario. Es una oportunidad para el emprendimiento y el crecimiento empresarial. También una amenaza para aquellos que no se desenvuelvan adecuadamente en este nuevo entorno. Las políticas de educación y formación, junto con las infraestructuras, la I+D, la innovación abierta y la financiación público-privada son fundamentales para desarrollar esta nueva industria.

“Las políticas de innovación requieren ahora darles la máxima prioridad, con presupuestos estables y programas eficientes que respondan a una hoja de ruta establecida”

Finalmente, para descubrir las nuevas oportunidades que tenemos como sociedad, se deberá consensuar a través de la interlocución público-privada, con todos los agentes sociales. Poner un rumbo concreto al desarrollo económico que sea reflejo del cambio hacia un nuevo estilo de vida.

AeI: ¿Es posible un pacto económico para la regeneración del tejido industrial en España sin mirar a Europa?

LF: La economía y la industria española han de ser globales, en alianza con la Unión Europea. Toda la Unión tiene por delante el reto de la transformación de su tejido industrial, por ejemplo, en sectores emblemáticos para el continente como el sector del automóvil. Por otro lado, Europa debe encontrar su nuevo encaje en un mundo sometido a la reconfiguración de los grandes bloques geopolíticos. Europa es nuestro gran mercado exterior, y de ella proceden elementos muy importantes de nuestro marco regulatorio, por no mencionar el sistema financiero. Grandes éxitos de nuestra industria se han construido sobre la base de colaboración europea, por ejemplo en el sector aeroespacial. Lo importante es que esas grandes políticas europeas contemplen adecuadamente los intereses de nuestro país.

En el modelo que proponemos debe prestarse especial atención al papel de las inversiones directas extranjeras, y a la internacionalización de las empresas españolas. Está claro que el desarrollo de una industria propia no puede hacerse de espaldas a las cadenas de valor añadido internacionales, y al papel específico de las multinacionales. Más bien al contrario, debe incentivarse la implantación de estos grandes conglomerados industriales, que son determinantes para el desarrollo de la innovación. Sería una industria interdependiente, conectada a las cadenas globales y locales de producción, y adaptable a las diferentes coyunturas.

“Las políticas de educación y formación, junto con las infraestructuras, la I+D, la innovación abierta y la financiación público-privada son fundamentales para desarrollar esta nueva industria”

No es menos importante considerar las inversiones españolas en el exterior. Asimismo, es precisamente el análisis de esas cadenas de valor el que va a permitir diseñar estrategias industriales más resilientes ante crisis. En todos los sectores debe adoptarse una visión de ecosistema.

AeI: ¿Cuáles son los instrumentos que propone el Manifiesto para ello?

LF: Proponemos cuatro nuevos instrumentos:

A) El Instituto Nacional para el Nuevo Modelo Europeo, en el ámbito de la inteligencia colectiva, la evaluación y la construcción de escenarios de futuro;
B) El Consejo Nacional para la Innovación y la I+D, en el ámbito de la discusión y creación consensuada de una estrategia integral;
C) La Agencia para la Transformación Industrial y la Transición Ecológica de la Industria, en el ámbito de la ejecución, financiación y control de la estrategia;
D) Las Iniciativas Locales de Competitividad y Experimentación Abierta, en el ámbito de la acción y experimentación colaborativa local.

“Grandes éxitos de nuestra industria se han construido sobre la base de colaboración europea, por ejemplo en el sector aeroespacial”

El Consejo Nacional de Innovación e I+D sería un grupo asesor de la Presidencia del Gobierno para la creación de la estrategia de país en favor de la innovación y la I+D. Estaría compuesto por referentes emprendedores, grandes empresas, PYMES, académicos y ejecutivos de varios ministerios. Uno de sus objetivos sería que la inversión en I+D pública y privada se acerque al porcentaje de gasto sobre el PIB de la media europea, dirigiendo su política a la utilidad para la sociedad de lo que se investiga y que sea la parte principal de la solución de esta crisis. El otro gran organismo sería la Agencia para la Transformación digital y la Transición ecológica de la Industria, que debería asumir un rol activo en la puesta en marcha de grandes programas de transformación del tejido productivo.

AeI: ¿Cuál es el coste de la creación de estos instrumentos? ¿Es factible en la situación actual presupuestaria?

LF: Lo importante son los objetivos y las propuestas de políticas que realizamos para conseguirlos. El coste de los instrumentos propuestos sería totalmente marginal respecto de los presupuestos que acompañan a esas políticas. Por otra parte, algunos de esos instrumentos pueden construirse desde la evolución y potenciación de instrumentos ya existentes o en proceso de construcción (por ejemplo, Digital Innovation Hubs). En muchos de esos instrumentos subyacen herramientas que no suponen grandes inversiones: empoderamiento, transversalidad institucional, cambios regulatorios, colaboración público privada, permeabilidad geográfica.

“Debe incentivarse la implantación de estos grandes conglomerados industriales, que son determinantes para el desarrollo de la innovación”

AeI: ¿Cuáles son las misiones sobre las que habría que focalizar esfuerzos?

LF: Con el ánimo de tener para este momento crítico de nuestro modelo productivo un instrumento centralizado de ejecución, financiación y control de la estrategia, planteamos una agencia que promueva y coordine el aprovechamiento colectivo de las nuevas corrientes de oportunidad de algunos ámbitos sectoriales de gran impacto para la sociedad y el planeta (un programa de misiones estratégicas y macroproyectos tractores), un programa de innovación abierta industrial, que conecte las empresas tractoras con el emprendimiento y la pyme innovadora (un programa de innovación abierta industrial), y un gran fondo público-privado de capital riesgo de impacto.

Las misiones estratégicas y macroproyectos tractores son instrumentos integrales de las
políticas públicas, compartidas por el sector privado, para la consecución de objetivos sociales como los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) y el desarrollo de un tejido industrial innovador, conectado con el potencial científico del país. Persiguen integrar instrumentos de impulso de la I+D+i, demanda pública y privada, regulación, el desarrollo de normas, el fomento al emprendimiento y desarrollo empresarial, así como el desarrollo de talento. El esquema de gobernanza a través de consorcios público-privados es clave para el éxito de estas iniciativas. En algunos foros empresariales ya existen propuestas concretas, por ejemplo, para la transformación de los sectores de salud, turismo, movilidad y agroalimentario.

“Creemos también que es el momento de impulsar desde el Estado un gran fondo de inversión público-privado”

El programa de innovación abierta industrial es una forma de trabajo en modo colaborativo, que canaliza la investigación básica y aplicada y conceptos disruptivos de emprendedores hacia aplicaciones industriales, con gran retorno a la sociedad. Este programa contará con incentivos públicos que necesariamente serán complementados con inversiones de las propias empresas tractoras industriales. La ventaja competitiva de esta modalidad de innovación abierta se sustenta en la agilidad.

Creemos también que es el momento de impulsar desde el Estado un gran fondo de inversión público-privado. El objetivo es incrementar este segmento de capital riesgo y también provocar un giro de consciencia de impacto en el conjunto de agentes de capital riesgo del país.

AeI: ¿Cuál sería el organismo responsable de impulsar la promoción y seguimiento de estas iniciativas?

LF: Por su alcance transversal requiere el apoyo de las más altas instancias del Gobierno y su encaje habría de encontrarse en una Agencia para la Transformación Digital y Transición Ecológica de la Industria, con dependencia directa de Presidencia y con proyección transversal. Además, para la eficaz implementación y enfoque a la industria, se propone que esta agencia tenga un Consejo Empresarial, de carácter consultivo, constituido por empresas tractoras y proyectos emprendedores de referencia.

Foro de Empresas Innovadoras
El FEI es una Asociación sin ánimo de lucro cuyo objetivo es impulsar la cultura innovadora en el tejido empresarial, en la universidad, en las administraciones públicas y, en general, en todos los ámbitos relacionados con la generación del conocimiento, constituida como plataforma de cooperación entre la universidad y la empresa, en los campos de la investigación, el desarrollo y la innovación.

IND+I (Industria e Innovación)
El IND+l es una comunidad que reúne a representantes de empresas, universidades e instituciones de todo el Estado, para debatir sobre los "deberes pendientes" que tenemos como país si queremos una economía competitiva, sostenible, innovadora y basada en una industria motor de la transformación del resto de sectores. El IND+I es un espacio de referencia en el ámbito de la divulgación, la discusión de tendencias e innovaciones industriales, y las políticas de competitividad que las pueden impulsar.