Entrevista a Marta Olivares, managing director responsable de la industria de automoción de Accenture en España y Portugal

Según el último estudio europeo de Accenture, España lidera el conocimiento sobre espacios de datos, pero la adopción entre las pymes españolas del sector de automoción sigue siendo baja.

Para su adopción, destacan tres grandes desafíos: el 51% menciona la ciberseguridad y las filtraciones de datos, el 51 % señala la inflación y la presión de costes, y el 49% la incertidumbre económica. Además, casi siete de cada diez pymes españolas (69%) consideran que la privacidad de los datos es el principal obstáculo para unirse a espacios de datos, por encima del promedio europeo del 64%. Para abordar esta problemática, la Unión Europea ha impulsado iniciativas como Gaia-X y espacios de datos como Catena-X y Manufacturing-X, diseñados para estandarizar y facilitar el intercambio seguro de datos. De todo esto hablamos con Marta Olivares, managing director responsable de la industria de automoción de Accenture en España y Portugal. Y esto es lo que nos ha contado.

Automática e Instrumentación: ¿En qué pueden ayudar los espacios de datos a las pymes industriales de automoción?

Marta Olivares: Los espacios de datos son una herramienta clave dentro del sector de automoción porque proporcionan transparencia en los datos, mejorando la resiliencia y sostenibilidad en toda la cadena de valor del negocio. Catena-X tiene como objetivo fomentar el establecimiento de redes, la coinnovación y la creación de estándares en toda la industria automotriz, con el fin de crear valor añadido para todos los grupos de interés en las mismas condiciones. En el caso de las pymes, proporciona diferentes beneficios:
 

En primer lugar, una mejor integración con grandes fabricantes, lo que facilitará el intercambio de información en tiempo real para una toma de decisiones más ágil, por ejemplo, en la cadena de suministro. Además, asegura la trazabilidad necesaria en toda la cadena, lo que deriva en una mejora de la calidad de los productos y una detección rápida de las partidas erróneas.

En segundo lugar, proporciona una optimización de la producción y reducción de costes de logística. Al tener mayor visibilidad tanto de la demanda por parte del fabricante como del stock disponible, pueden realizar los ajustes necesarios en las líneas de producción, evitando sobrecostes. Esto conlleva una mayor innovación y desarrollo de nuevos productos, colaboración con el resto de los actores del ecosistema, mejoras en la investigación y desarrollo conjunto de nuevos productos y un cumplimiento normativo en temas de sostenibilidad y nuevas regulaciones.

Aquellas pymes que sean las primeras en ser parte de la cadena podrán tener un mejor posicionamiento en el mercado, siendo más competitivas y teniendo mayor acceso a la red de clientes, lo que de manera directa podrá tener un impacto en el crecimiento de su negocio (acceso a nuevos clientes, anticipación en el desarrollo de nuevos productos, identificación temprana de nuevos modelos de negocio…).
 

AeI: ¿Qué importancia tiene la digitalización en los procesos industriales del sector?

M.O.: La digitalización de los procesos en el sector de automoción es clave para mejorar la eficiencia de los procesos y la calidad de los productos. La digitalización agiliza la toma de decisiones, que es un factor diferencial en un mercado cambiante como el que está viviendo actualmente la industria de automoción, donde la eficiencia, la velocidad de respuesta y la capacidad de adaptación son claves. En el ámbito de Catena-X es fundamental la digitalización de los procesos para poder realizar el intercambio de información entre los distintos actores del ecosistema.

Para las pymes es especialmente relevante, porque muchas de ellas actualmente tienen un nivel de digitalización medio o bajo, lo que supone un reto más en su integración con Catena-X. Sin embargo, Catena-X puede facilitar el acceso a tecnologías más avanzadas, dado que, más allá de proporcionar principios y estándares para todos los miembros del ecosistema, ofrece servicios compartidos y componentes tecnológicos. La digitalización puede ser un factor diferencial para las pymes dentro de un mercado competitivo, marcando la diferencia entre las que son capaces de adaptarse a los cambios y a las nuevas necesidades del mercado rápidamente y las que no.

AeI: ¿Cuáles son sus principales barreras de adaptación?

M.O.: Para empezar, los costes de tecnología. El nivel de digitalización es medio/bajo, basado en soluciones básicas, con lo que, adicionalmente al coste de estandarización e integración con Catena-X, en muchos casos tienen que empezar por implementar sistemas de información o evolucionar los actuales. Otro de los retos son las dificultades de adopción debidas a la resistencia al cambio y la falta de confianza, información y claridad de los beneficios de ser parte de Catena-X. Y, por último, las preocupaciones sobre la seguridad de los datos. Las pymes tienen miedo a perder el control total sobre sus datos, por lo que es importante saber con quién se comparten y bajo qué condiciones.
 

AeI: Finalmente, ¿cómo se encuentra España respecto a otros países europeos?

M.O.: En noviembre del año pasado, España dio un paso importante con la creación del Hub Español de Catena-X, liderado por Anfac y Sernauto. Este hub actúa como un punto de conexión para las empresas españolas, promoviendo la integración de la industria automotriz en la red internacional de Catena-X. Además, las iniciativas de Catena-X en España están recibiendo apoyo tanto del sector privado como del público.

Pero a pesar de esto, España está por detrás de otros países como Alemania, quien encabeza la apuesta por los espacios de datos, y Francia e Italia, donde cuentan con grandes fabricantes de automoción que también se han sumado a esta iniciativa. En España, los grandes fabricantes también apuestan claramente por los espacios de datos, pero aún queda un largo camino hasta que las pymes se integren totalmente en la red.

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Esta entrevista aparece publicada en el nº 563 de Automática e Instrumentación págs 48 y 49.