IKN Spain ha reunido a 330 personas en la segunda edición del CAIO Day, celebrado en Madrid. Entre los asistentes, se encontraban representantes de los departamentos de IA de compañías como Carrefour, Santalucía Seguros, Almirall, Decathlon, Caixabank, Telefónica o Total Energies.
El evento ha permitido debatir sobre retos actuales de las empresas como el paso de la IA generativa a los agentes inteligentes, la gobernanza de datos, la medición del ROI o la adopción real en negocio. El congreso ha incluido una Demo Room para que los asistentes experimentasen la inteligencia artificial más allá del discurso.
David de Francisco Marcos, subdirector general de Fomento y Regulación de la Inteligencia Artificial del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, ha remarcado la importancia de los avances de España en materia de IA, destacando el liderazgo nacional en gobernanza y desarrollo regulatorio, así como en la formación de graduados TIC. No obstante, también ha subrayado la necesidad de acelerar la creación de empresas innovadoras y reforzar la adopción de la IA en las pymes.
Nuestro país apuesta por el desarrollo de infraestructuras, supercomputación y la atracción de talento, y avanza en proyectos públicos pioneros y en la aplicación de marcos normativos responsables.
El surgimiento del Chief Artificial Intelligence Officer (CAIO) representa una evolución fundamental en la gobernanza y dirección estratégica de la inteligencia artificial en las empresas. A pesar de su creciente relevancia, solo entre un 15% y un 20% de las compañías cuenta actualmente con una figura dedicada a liderar la estrategia de IA, lo que evidencia que aún existe un amplio margen de madurez en este ámbito.
Más allá de impulsar la innovación, se trata de una figura clave para que todos los departamentos adopten la IA de forma alineada, ágil y gobernada, tal y como ha destacado Cristina Vázquez, CAIO de Caixabank. Para lograrlo, es fundamental contar con el apoyo de la alta dirección y una buena gestión del cambio, de modo que la IA no se quede solo en proyectos piloto, sino que se integre de forma real en el trabajo diario de los equipos.
El reto de este responsable no se limita a la implantación técnica; su papel es el de facilitador estratégico entre la tecnología y el negocio, como ha resaltado Néstor Álvaro, director de IA y Analítica Avanzada de Santalucía Seguros. Además, debe entender en profundidad la estrategia de la compañía, los riesgos que puede asumir y cómo equilibrar la innovación con el retorno real para la empresa. La medición del impacto va más allá de KPIs financieros, esta incluye indicadores técnicos, operativos y de ahorro de horas.
Además, el CAIO se enfrenta a retos como la calidad de los datos, los costes de mantenimiento de proyectos de IA y la necesidad de construir una cultura organizacional dispuesta a adoptar la innovación de forma responsable y medible, como ha apuntado Roger Loret, director de Data e IA de Holaluz. La visión, los objetivos claros y la formación continua son indispensables en este cargo, así como el compromiso con la responsabilidad ética y normativa.
Las organizaciones ven la IA como una oportunidad clara para ganar ventaja competitiva, pero su integración requiere gestionar bien las expectativas y adaptarla de forma coherente al modelo de negocio, como ha recalcado Mercedes Fernández, Responsable Global de IA en Hijos de Rivera.
No obstante, la adopción práctica encuentra barreras internas, sobre todo en los canales comerciales y procesos operativos, que solo pueden superarse a través de la formación y el acompañamiento a los equipos. Este proceso es clave, ya que la resistencia al cambio sigue siendo uno de los mayores retos para incorporar la IA de manera eficaz y sostenible.
Marta Díaz, Head of Data Platform & Governance en Adevinta Spain, ha alertado sobre la importancia de medir correctamente el retorno de estas inversiones, advirtiendo que el 25% de las iniciativas de IA no alcanzan el ROI esperado. Esto exige planificar a medio plazo, anticipando cómo la tecnología transformará productos y servicios, y valorando cuidadosamente cada proyecto para evitar la simple replicación de herramientas genéricas o el mal uso de datos.
En conclusión, la adopción exitosa de la IA implica una gestión responsable, el aprendizaje continuo y la capacidad de construir confianza y valor añadido en un entorno de cambio constante.
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