Bosch dispone ya de 120 fábricas inteligentes en su red global tras llevar a cabo un proceso de digitalización de las mismas. De esta manera, impulsa su compromiso por el desarrollo de la IA en procesos de fabricación, ingeniería y automatización.
Estas plantas digitalizadas trabajan como sistemas industriales conectados en los que sensores, robots colaborativos, plataformas de datos y modelos predictivos permiten monitorizar y optimizar la producción en tiempo real. La integración de sistemas ciberfísicos facilita la toma de decisiones basada en datos, reduce tiempos de inactividad, aumenta la precisión en operaciones críticas y mejora la capacidad para adaptarse a series cortas o cambios de producto.
La automatización avanzada, combinada con herramientas de análisis, mantenimiento predictivo y simulación digital, está permitiendo una mejora significativa del rendimiento industrial. En numerosas fábricas, la digitalización ha incrementado la productividad hasta un 25% y ha reducido los periodos de parada por encima del 20%. La capacidad global de Bosch para fabricar y mover diariamente más de 300 millones de piezas sitúa a la compañía como una de las redes industriales más avanzadas del mundo.
La compañía prevé invertir 2.500 millones de euros hasta 2027, para lograr un modelo productivo basado en software industrial, gemelos digitales, automatización conectada y sistemas inteligentes que mejoran la eficiencia, calidad y flexibilidad de la producción.
Su avance tecnológico se fundamenta en su capacidad innovadora. Así, destina anualmente más del 8% de su cifra de ventas (7.800 millones de euros en 2024) a investigación y desarrollo, con un equipo global de 87.000 empleados dedicados a I+D. Esta base técnica le permite desarrollar internamente tecnologías fundamentales como sensores MEMS, semiconductores, soluciones de automatización, plataformas de conectividad y sistemas avanzados para movilidad, industria, hogar y energía.
La IA se ha convertido en una herramienta esencial para mejorar la calidad, la velocidad y la estabilidad de los procesos productivos. La compañía la aplica en sistemas de visión artificial para inspección de piezas, en algoritmos que ajustan procesos en función de condiciones reales y en modelos de decisión capaces de optimizar parámetros de fabricación de forma dinámica. De hecho, desde 2023, todos sus productos y soluciones o bien contienen IA o han sido desarrollados o fabricados con la ayuda de esta tecnología.
Por su parte, los gemelos digitales permiten simular líneas completas antes de su implementación física, reducir riesgos de ingeniería y acortar los tiempos de puesta en marcha. Este enfoque ofrece una producción más flexible, reduce el tiempo necesario para introducir nuevos productos y mejora la predictibilidad en entornos industriales complejos.
Además, la compañía está consolidando un ecosistema de software industrial que integra automatización, análisis, trazabilidad y mantenimiento predictivo en un único entorno digital. Soluciones como ctrlX AUTOMATION y NEXEED permiten eliminar barreras entre IT y OT, configurar procesos mediante aplicaciones industriales, gestionar datos en tiempo real y optimizar la producción con mayor flexibilidad.
Esta estrategia responde al objetivo de la compañía de superar los 1.000 millones de euros en ventas de software industrial antes de 2030. La combinación de hardware propio, software escalable y servicios especializados está transformando la manera en la que Bosch, y sus clientes, diseñan, operan y evolucionan sus operaciones fabriles.
España desempeña un papel clave dentro de su red de producción, con centros que participan activamente en proyectos globales de digitalización, electrificación y fabricación avanzada. Así, las plantas de Madrid y Aranjuez contribuyen al desarrollo y fabricación de sensores y componentes esenciales para la movilidad eléctrica, la asistencia a la conducción y la electrónica avanzada.
“Europa necesita ganar velocidad industrial y la digitalización es la clave para lograrlo”, afirma Carlos Conde, vicepresidente director técnico de Bosch Fábrica Madrid. “La combinación de IA, software y conectividad transformará la competitividad de la industria europea en los próximos años”.
La compañía avanza hacia la Industria 5.0, en la que la tecnología se adapta a las personas, facilitando procesos más seguros, ágiles y flexibles. La compañía desarrolla sistemas de automatización cognitiva, agentes inteligentes capaces de tomar decisiones supervisadas y herramientas de IA generativa aplicadas al diseño y la ingeniería. Este modelo permitirá reducir la fricción entre diseño, industrialización y operación, acelerar la introducción de nuevos productos y reforzar la resiliencia operativa en un entorno global cada vez más exigente.
Favorecido por su apuesta por sectores estratégicos como tecnología, ingeniería y energías renovables
“La química es el motor de la transición energética y de la economía circular”
Las nuevas regulaciones definirán cómo se gestionan, protegen y auditan los datos en Europa
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