La historia de la empresa familiar Röschmann Landhandel GmbH se remonta mucho tiempo atrás. Ya en 1470 se estableció un molino en Hadenfeld, una aldea de Alemania. Ha sido propiedad de los Röschmanns desde 1906, y hoy, es la cuarta generación la que lleva la empresa.
La empresa tradicional de propiedad familiar no solo reacciona de manera flexible a las necesidades de sus clientes, sino que también se adapta a los requisitos actuales como la automatización y la digitalización.
"Como empresa pequeña y tradicional, tenemos una actitud constructiva más que escéptica ante estas tendencias", explica Kristin Röschmann, directora y propietaria de Röschmann Landhandel GmbH."Es importante reconocer y explotar los beneficios que ofrecen estos desarrollos para la propia empresa y sus empleados. El uso de robots en nuestro sistema de paletización es un paso hacia el futuro para nosotros, nuestros clientes y, en particular, los empleados involucrados", añade.
Dos robots Yaskawa realizan tareas de paletizado
Ya en 2017, Röschmann Landhandel decidió comprar un robot de paletizado en cooperación con Steenbock Waagen- und Maschinenfabrik GmbH. A principios de 2018, Steenbock instaló el primer Motoman MPL160 en la planta de producción de Hadenfeld, en un sistema de paletizado modernizado. “Fue el primero de los cuatro robots Yaskawa que, mientras tanto, instalamos para nuestros clientes. Dos de nuestros empleados asistieron a la a la formación durante una semana en Yaskawa. Debe hacerse una mención especial a esto y al apoyo continuo de la empresa de robótica. Podemos adaptar con precisión la programación del robot a los requisitos del cliente y, una vez más, proporcionarles sistemas individualizados de manera óptima”, dice Dirk Steenbock, gerente de Steenbock Waagen- und Maschinenfabrik.
Proceso automatizado de paletizado
En el primer paso, el robot usa cuatro pinzas para asegurar un palet y colocarla en la posición requerida. Luego, cuatro ventosas recogen una hoja de papel y la colocan con precisión en el palet para proteger los sacos. En el otro lado de la planta hay una unidad de saqueo para llenar los sacos de alimento de animales con pesos que varían de 10 a 40 kilos. Después de coser los sacos a mano, se transportan mediante un transportador vibratorio, cuyos rodillos rectangulares aseguran que los sacos se nivelen. El robot toma cada saco y lo coloca en el palet provisto.
Dependiendo del tamaño del saco o de la configuración del peso, los palets están alineados de manera óptima para el llenado: se cargan 39 sacos que pesan 10 kilos (o 18 sacos a 40 kilos) en cada palet. El robot está programado para configuraciones flexibles por parte de los empleados, de acuerdo con la forma en que se embalarán los palets: según el tamaño y la cantidad del saco, la estructura de embalaje óptima está predeterminada por el operador y el robot la ejecuta automáticamente. El robot de paletizado también se puede programar para insertar hojas de papel entre las capas de sacos para asegurar la carga. Además del trabajo físico que asume el robot, la compañía valora la configuración flexible, la facilidad de operación y la construcción robusta.
Sobre la base de esta experiencia positiva constante, el segundo MPL160 se presentó en Röschmann Landhandel en noviembre de 2019 para facilitar la paletización de la alimentación animal. Debido a otros requisitos, el robot no necesita posicionar el palet, sino solo colocar los sacos.
Experiencia práctica y positiva
Los dos robots facilitan significativamente el trabajo de producción para los empleados, ya que asumen todas las tareas difíciles: levantar y transportar los sacos que pesan hasta 40 kilos. "Los dos robots no reemplazan a los empleados en producción, sino que son un método conveniente e innovador para apoyar las rutinas diarias de nuestro equipo. Confiamos en que nosotros y nuestros clientes recuperemos nuestras inversiones a largo plazo”, reconoce Kristin Röschmann.
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