Alstom Power Systems ha desarrollado la primera central eléctrica de carbón de 30 MW utilizando la tecnología de oxy-combustión, que emite un óxido de carbono relativamente puro y que puede ser capturado fácilmente y reutilizado.
Como es sabido, la producción de electricidad constituye una de las principales fuentes de emisiones artificiales de CO2 y según las proyecciones de los expertos, la capacidad de producción mundial se deberá doblar de aquí a 2030. A pesar de que las energías renovables van conociendo un desarrollo considerable, todo hace pensar que la producción de energía a partir de combustibles fósiles conservará entorno del 60% de la capacidad de producción de ahora al 2030. Esta visión sólo será aceptable desde el punto de vista ambiental si se ponen a punto soluciones de captura y almacenamiendo del CO2 en las centrales de combustible fósil.
En este campo, están desarrollándose tres tecnologías principales: la post-combustión que implica la supresión de la emisión de CO2 con la ayuda de un disolvente tal como la amina o el amoniaco; la oxi-combustión, que consiste en quemar el combustible en atmósfera de oxígeno a fin de obtener una emisión concentrada de CO2 relativamente puro, fácilmente recuperable y almacenable bajo tierra; la precombustión, que consiste en suprimir el CO2 antes de quemar el combustible. Este último método es conocido por las siglas IGCC.
La empresa Alstom comunica que está trabajando las tres tecnologías, pero pone un especial énfasis en la post-combustión y la oxi-combustión, afirmando que ésta última es potencialmente la más fácilmente adaptable a las instalaciones existentes.
Es la plataforma global de automatización y digitalización SCADA de Mitsubishi Electric
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