El pasado 26 de febrero, la autoridad reguladora de las telecomunicaciones adoptó un marco normativo que garantice un Internet, fijo o móvil, "libre, abierto y rápido."
En concreto, los proveedores de servicios de Internet no podrán decidir libremente el priorizar ciertos flujos de información sobre otros por razones puramente comerciales o bloquear informaciones legales. Se aconseja también que las autoridades públicas deberían invertir para competir con los gigantes de las telecomunicaciones, y así limitar su influencia. Una decisión que, obviamente, no ha sido del agrado de los proveedores de Internet, pero ha alegrado y mucho a los grandes productores de contenidos. También algunos representantes del mundo de las star-up han asegurado que este marco normativo favorece la igualdad entre pequeños y grandes actores de la red.
Favorecido por su apuesta por sectores estratégicos como tecnología, ingeniería y energías renovables
“La química es el motor de la transición energética y de la economía circular”
Las nuevas regulaciones definirán cómo se gestionan, protegen y auditan los datos en Europa
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