“Los referentes son cruciales para que las niñas escojan carreras de ciencias porque lo que no se ve no existe”

“Tengo el reto personal de empaparme de todo el ecosistema industrial”. Con esta firme intención aterrizó el pasado mes de febrero en Schneider Electric Olga Garcia como nueva responsable de la división de Industrial Automation en Iberia, dando el salto desde el mundo IT al OT, dos entornos destinados a converger. Y eso es precisamente lo que quiere aportar en su nuevo cargo: “Conozco todo el ecosistema y puedo aportar un conocimiento profundo al respecto, que ayudará a los clientes a gestionar esta convergencia, que no siempre es fácil”.

Automática e Instrumentación: Aterrizó en febrero en Schneider Electric como nueva responsable de la división de Industrial Automation de la compañía en Iberia, ¿cómo han sido estos inicios en el cargo?

Olga Garcia: Mi aterrizaje en la compañía está siendo muy positivo y fundamentalmente sorprendente. Realmente estoy comprobando que todos los mensajes de Schneider Electric en cuanto a su propósito, su cultura corporativa y su visión del futuro, son totalmente ciertas. Se contagian las ganas de transformación. La empresa está en pleno auge por muchos motivos, y es que sus objetivos están muy alineados tanto con lo que demanda la sociedad como con lo que necesitan las compañías actualmente.

“Mi aterrizaje en la compañía está siendo muy positivo y  fundamentalmente sorprendente”

AeI: ¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrenta? ¿Con qué expectativas llega a este nuevo cargo?

O.G.: No los veo como desafíos sino como retos motivadores. Por un lado, tengo el reto personal de empaparme de todo el ecosistema industrial, ya que al venir de consultoría enfocada a software salgo de mi zona de confort y tengo mucho que aprender. Por otro lado, he asumido como propios los retos de la división de Industrial Automation de Schneider Electric. El principal es acelerar la transformación digital del sector industrial ibérico, con foco en la sostenibilidad y en la eficiencia, tanto energética como operacional. Queremos pasar de la automatización a la digitalización, con un enfoque específico en aumentar la adopción de software de automatización industrial de estándares abiertos. Queremos ser agentes transformadores de la industria, no venimos a ayudarles a hacer lo de siempre, sino a transformarlos, así que el primer reto de este proceso es identificar el grado de madurez de cada cliente, para poder acompañarlo adecuadamente a lo largo de todo el camino.

AeI: ¿Qué cree que puede aportar a la compañía?

O.G.: El desafío personal que comentaba de tener que empaparme del ecosistema industrial y aprender, considero que es también algo muy positivo que puedo mirar al negocio y a la industria con una mirada fresca, sin sesgos y con un enfoque de consultor. El haber trabajado muchos años como consultora de software es una ventaja precisamente para este proceso clave de evaluar, planificar y pensar estrategias, tanto con el cliente como con el equipo. Por otro lado, como sabemos, en el sector de la industria actualmente se está produciendo una convergencia entre IT y OT. Yo vengo del IT, conozco todo el ecosistema y puedo aportar un conocimiento profundo al respecto, que ayudará a los clientes a gestionar esta convergencia, que no siempre es fácil.

AeI: ¿Cómo se integra AVEVA en la oferta global del Grupo Schneider Electric?

O.G.: AVEVA está totalmente integrada en nuestra oferta y viceversa. El software es clave para cualquier iniciativa de digitalización y, en ese aspecto, la tecnología EcoStruxure que proponemos desde Schneider Electric casa a la perfección con la innovación que ofrece el software de AVEVA. Lo importante en estos casos es el ‘go to market’, que es conjunto y funciona perfectamente desde hace años ya.

AeI: Como mujer en un sector tan tradicionalmente masculinizado, ¿puede hablarnos de su experiencia? ¿Cuáles son las principales barreras que las mujeres encuentran en el mundo de la ciencia y la ingeniería?

O.G.: Como casi cualquier mujer de mi edad que trabaje en estos campos profesionales me he encontrado desde muy joven en reuniones en las que era la única mujer, y en las que además pensaban que era la secretaria que traía los cafés. En mi opinión, la barrera principal ocurre durante el primer contacto, cuando ven que eres una mujer. Aquí el cambio empieza por nosotras, que como mujeres tengamos claro lo que estamos haciendo y sepamos por qué estamos donde estamos. Si demostramos nuestros conocimientos y nuestra experiencia, esa barrera se desbloquea al momento. Cuando me he encontrado con más prejuicios, mi política personal ha sido no prestarles atención y demostrar con el ejemplo.

AeI: En su opinión, ¿qué debemos cambiar como sociedad y en el ámbito educativo para que poco a poco la mujer esté más presente en este tipo de ámbitos profesionales?

O.G.: Creo firmemente en la importancia de tener más ejemplos y modelos femeninos, en maximizar la visibilidad de mujeres que trabajen en campos STEM y en cualquier otro históricamente masculinizado (bomberos, mineros, etc.). Los referentes son cruciales para que las niñas escojan carreras de ciencias, porque lo que no se ve no existe. Como sociedad, creo que es fundamental la labor educativa en casa, que los padres transmitamos a nuestras hijas que pueden hacer cualquier cosa. Mi padre, que era ingeniero, me lo inculcó de pequeña y nunca he tenido ninguna duda al respecto.

Págs. 36 a 37.