El pasado día 2 de junio, ABB invitó a sus clientes al Segundo Energy Efficiency Day, que bajo un original formato y en un precioso lugar de Barcelona (el antiguo mercado del Born), reunió a un nutrido grupo de profesionales. El poder de convocatoria de ABB está fuera de toda duda.
Marc Segura, director general para España de la división Discrete Automation and Motion de la firma, fue el encargado de inaugurar el evento, y en su intervención destacó la importancia de hablar del coste de la energía, no tanto de su precio. Explicó a los asistentes la intención de mostrar – a partir de 7 casos concretos llevados a cabo por ABB en casa de sus clientes- cómo conseguir e implementar soluciones eficaces desde el punto de vista energético. ABB mostró las herramientas y soluciones que ha desarrollado para minimizar las pérdidas de energía y expuso cómo plantear un proyecto de sostenibilidad y ahorro energético desde un punto de vista técnico y de gestión.
La Jornada se inauguró con un marcador en el que aparecían los kilowatios consumidos por una planta industrial antes de llevar a cabo las diferentes medidas de control energético en cada uno de sus distintos ámbitos, y esta cifra fue disminuyendo a lo largo de la jornada, después de aplicar las acciones recomendadas por ABB para el ahorro de energía. Según la Agencia Internacional de Energía, la industria consume el 42% del total de la energía generada .
Mucho camino por recorrer
Montserrat Grima, la nueva directora de Eficiencia Energética en España de ABB, fue la encargada de presentar la empresa a nivel global. Nacida el año 1988 después de la unión entre Asea y Brown Bovery, tiene 145.000 empleados, está presente en más de 100 países, con sede central en Suiza, y cotiza en Bolsa. En sus palabras, ABB ayuda a utilizar la energía eléctrica de forma efectiva tanto para aumentar la productividad como para reducir el impacto ambiental. Presentó los proyectos pioneros llevados a cabo por ABB a nivel mundial, y ofreció la siguiente escalofriante cifra: entre 2010 y 2035, la necesidad de energía se incrementará un 92%. Para hacer frente a este reto, sería necesario construir una planta de producción de energía de 1 gigawatio cada semana, durante 20 años seguidos, lo que es del todo imposible. Por tanto, para abordarlo hay que tener muy clara la necesidad de invertir en eficiencia energética. A nivel industrial, estos últimos años ya se ha observado un cambio de tendencia, pero queda todavía mucho camino por recorrer.
Grima comentó los interesantes datos recogidos de la encuesta realizada por The Economist Intelligence Unit (que está disponible en la web de ABB). Para dicha encuesta se entrevistó a más de 350 directivos sobre cuáles son las barreras para no invertir más en eficiencia energética. Un 82% de los encuestados cree que la eficiencia energética es importante; para un 88% se trata de un factor crítico para su negocio; un 59% señala que para invertir en eficiencia energética es muy importante ver que la financiación de la inversión realizada es rentable… Por contra, solo un 48% reporta progresos de mejora gracias a la eficiencia energética; solo un 40% ha invertido en los últimos 3 años para mejorar la eficiencia energética, solo la mitad de las empresas consultadas cuentan con sistemas de gestión de la energía; el 42% de las empresas no han invertido en eficiencia energética porque no han tenido claro de retorno de la inversión; y solo el 13% de las empresas consultadas utiliza convertidores de frecuencia más motores de alterna para disminuir el gato energético en los motores eléctricos (parece ser que esta cifra, en España, se eleva al 20%). De todos estos datos se concluye que todavía existe una importante margen de maniobra.
Siete casos de éxito
Los siete casos de éxito presentados por distintos técnicos de ABB durante la jornada fueron los siguientes: la incorporación de nuevos transformadores secos en una importante empresa minera española, que fueron diseñados a partir de las premisas señaladas por el propio cliente y gracias a los cuales se disminuyeron las pérdidas, con el consecuente aumento del rendimiento y del ahorro energético; el diseño e implementación de una solución óptima para resolver las perturbaciones en una industria papelera con problemas en los niveles de tensión y reactiva y con el pago de las consecuentes penalizaciones; la instalación de convertidores de frecuencia en prensas, elevadores, bombas centrífugas y ventiladores en una empresa del sector automovilístico; la instalación de motores síncronos de reluctancia Syn RM más el convertidor ACS 850 en una estación de bombeo de una empresa distribuidora de agua (a pesar de que ya se partía de una instalación eficiente, se consiguió mejorarla); la utilización del software Building Management System, con tecnología KNX, en la fábrica de ABB en Niessen para gestionar y optimizar el ahorro energético del edificio; la realización de una auditoría energética global en una empresa, que permitió detectar cuáles eran las oportunidades de ahorro energético así como diseñar un Plan maestro de gestión energética y la implantación de la ISO 50 001; y, por último, un servicio a un fabricante auxiliar de la industria del automóvil en el que se analizaron las necesidades de actualización de su maquinaria, concluyéndose que la solución pasaba por cambiar la prensa mecánica por una prensa híbrida DDC, lo que supuso para el cliente un importante ahorro de los costes.
Más información en AeI núm. 464 (julio/agosto)
Para frenarlos será fundamental la colaboración de las fuerzas del orden con el sector privado
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