El cableado industrial es una infraestructura estratégica en las fábricas interconectadas, ya que garantiza la transmisión fiable de energía, datos y señales y permite la continuidad operativa en la Industria 4.0.
La automatización industrial está cada vez más presente en el tejido productivo, redefiniendo procesos, modelos operativos y entornos de fábrica. Las más de 5.000 células robóticas instaladas anualmente en España representan únicamente el vértice de un iceberg: detrás está la sensorización masiva, la monitorización en tiempo real, el mantenimiento predictivo y la interconexión de plantas.
Esta nueva industria, interconectada por tecnologías como el IIoT, la inteligencia artificial o el cloud computing, exige automatizar procesos a partir de infraestructuras que sostengan la conectividad en tiempo real. Es en este contexto donde el cableado industrial ha cobrado un protagonismo mayor y se ha convertido en un pilar esencial del ecosistema industrial para garantizar una operativa continua, segura y eficiente. Su capacidad para transmitir energía y datos de manera óptima, en entornos extremos o en aplicaciones móviles, es una condición indispensable para evitar fallos, paros de línea o costes de mantenimiento inesperados.
Las aplicaciones robóticas y automatizadas someten al cableado a un estrés mecánico continuo, lo que obliga a diseñar soluciones capaces de adaptarse a este escenario con eficiencia, durabilidad y un alto grado de personalización. Entre las principales exigencias actuales destacan:
Desde Sumcab apuntan que “los nuevos requerimientos obligan a diseñar cables desde la necesidad real de cada cliente. Más allá de los estándares, la fiabilidad a largo plazo comienza en la fase de diseño”.
La capacidad para desarrollar soluciones a medida es cada vez más determinante. Ser un fabricante independiente y disponer de laboratorios propios de I+D donde crear prototipos y testar el producto supone una ventaja competitiva: permite controlar la calidad del producto, conocer el mercado y su normativa y adaptarse con rapidez a sectores muy distintos entre sí, desde la automoción hasta la industria alimentaria o farmacéutica.
“Disponer de centros de ensayo y simulación nos permite testar la flexión, la tracción o la resistencia de los materiales en condiciones reales. Eso garantiza cables más fiables, con recubrimientos adaptados a cada entorno y una vida útil significativamente superior”, explican desde Sumcab.
En un entorno automatizado e interconectado, la eficiencia es clave. Y empieza por la elección del cableado. Tanto los cables estándares más avanzados de Sumcab como los diseñados a medida contribuyen a alargar la vida útil de las instalaciones, reducir los costes de mantenimiento y avanzar hacia una industria más resiliente.
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