La calibración, clave para garantizar el suministro de alimentos a la creciente población mundial

La calibración desempeñará un papel vital para que el mundo sea capaz de producir cantidades suficientes de alimentos sanos para cerca de 8.000 millones de personas, señala Fluke.

El Día Mundial de la Metrología se centró este año en las ‘Medidas de apoyo para el sistema alimentario global’ y Fluke ha querido subrayar cómo los laboratorios de análisis de alimentos pueden salvar vidas, literalmente, garantizando que sus equipos proporcionen medidas exactas en todo momento. La precisión es esencial en la industria alimentaria, no solo para ofrecer buenos consejos sobre nutrición y seguridad alimentaria a los consumidores, sino también para ofrecer salubridad alimentaria a una población que crece con rapidez.

Mayor grado de exigencia

La industria alimentaria debe incrementar sus suministros para cubrir las necesidades de una población mundial de 8.000 millones de personas. Al mismo tiempo, muchos países están destinando más recursos a la calidad y la salubridad de los alimentos, lo que aumenta el grado de exigencia sobre la ciencia de las medidas. Es un reto que se debe lograr porque, según la Organización Mundial de la Salud, unos 600 millones de personas en todo el mundo (casi una de cada diez) sufren enfermedades transmitidas por los alimentos, que cada año provocan la pérdida de 33 millones de años de vida saludable. Peor aún, cerca de 420.000 personas mueren en todo el mundo cada doce meses a causa de alimentos en mal estado y 125.000 son niños. Desde un punto de vista económico, se desperdician unos 110.000 millones de dólares en gastos médicos y productividad perdida por quienes, en países con ingresos bajos y medianos, se ven afectados por alimentos en mal estado.

Es evidente que se trata de una grave crisis que exige supervisar y controlar la calidad de los alimentos continuamente y a gran escala. Los factores que se suelen medir para garantizar la salubridad de los alimentos son la temperatura, la presión y la humedad, así como la masa y el volumen. Los alimentos se pueden deteriorar con mucha rapidez si sus niveles se sitúan por encima o por debajo de los parámetros aceptados. Por ejemplo, se debe controlar con precisión la humedad para minimizar el crecimiento de moho y prolongar la conservación de los productos secos, mientras que comprobar la presión en los depósitos de almacenamiento, es primordial para evitar la contaminación microbiológica durante el proceso de homogeneización de varios alimentos. Esto mismo es válido si las temperaturas se desvían hasta valores superiores o inferiores a los límites estipulados.

Calibración trazable

Para garantizar la precisión de todas las medidas tomadas, que se realizan cada vez menos en los laboratorios, y más sobre el terreno a través de instrumentos portátiles, es necesario calibrar todos los instrumentos de medida y disponer de un registro trazable de la calibración. Dado que los instrumentos de medida aumentan continuamente su precisión, Fluke ha desarrollado una gama de soluciones, como sus calibradores de temperatura, que son capaces de cumplir estos requisitos. Estos instrumentos no solo reducen el tiempo de inactividad e impulsan la productividad garantizando una calibración más rápida, sino que también proporcionan resultados con la máxima exactitud en un tiempo mínimo.

La capacidad de gestionar los sistemas y mejorar las eficiencias solo es posible si las medidas son exactas. No obstante, estas medidas pueden ser inservibles si no se calibran los instrumentos de medida. No puede haber concesiones cuando el objetivo es garantizar el suministro de alimentos en el futuro y Fluke está decidida a desempeñar su papel para proteger a la población de nuestro planeta. La calibración es la clave.