La inteligencia artificial generativa podría automatizar hasta el 26% de las funciones en los sectores de artes, diseño, entretenimiento, medios y deportes, de acuerdo con las últimas investigaciones. Además, otros artículos señalan que el 75% de los profesionales creativos considera que la IA es útil para tareas como la edición de imágenes y la búsqueda, con lo que se enfatiza su papel como facilitadora más que como creadora. El lanzamiento de modelos de IA como el que utiliza ChatGPT ha popularizado el uso de esta tecnología, pero en realidad hace tiempo que está abriéndose camino en el mundo del arte.
Así, el uso de la inteligencia artificial está transformando los procesos creativos, lo que hace crecer las preocupaciones éticas en cuanto a la originalidad, la autoría, la propiedad o el potencial desplazamiento laboral. Esta nueva tecnología permite generar textos complejos, imágenes y vídeos de alta calidad en pocos minutos, pero además puede acompañar al pensamiento creativo o servir de herramienta para la investigación previa a la producción artística.
Sobre los factores que impulsan y frenan la adopción de la IA, Dominika Weglarz, doctorada en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), profundiza en su artículo ‘Aceptación de la Inteligencia Artificial Generativa en la industria creativa’, que ha sido dirigido por las investigadoras Ana Isabel Jiménez Zarco, del grupo interdisciplinar sobre las TIC (i2TIC-IA Lab), y Cintia Pla-Garcia, del grupo Management y eLearning (MeL), ambos grupos adscritos a la unidad de investigación UOC-DIGIT. Weglarz trabaja como directora de estrategia en One Horizon, una agencia creativa neoyorquina, y Jiménez Zarco y Pla-Garcia son también profesoras de los Estudios de Economía y Empresa.
“Entre otros muchos aspectos, la inteligencia artificial generativa puede facilitar la generación de ideas y participar en sesiones de brainstorming. Al aumentar la velocidad y la cantidad de ideas generadas, nos permite dedicar más tiempo al pensamiento crítico y a poder evaluar y seleccionar las propuestas más sólidas y relevantes. En definitiva, la IA no reemplaza a la creatividad humana, pero puede potenciarla de forma significativa”, señala Weglarz.
“A largo plazo, la IA transformará de manera significativa los procesos y las formas de trabajar en las industrias creativas. Es probable que se dedique menos tiempo a la ejecución técnica y más al pensamiento estratégico y a la ideación. Los perfiles creativos no necesariamente tendrán que dominar herramientas tradicionales, sino que deberán aprender a manejar nuevas plataformas basadas en inteligencia artificial”, subraya Weglarz. “En este nuevo contexto, las habilidades clave serán el pensamiento crítico, la dirección de ideas y la capacidad de colaboración con sistemas inteligentes. Esto no significa el fin del talento creativo, sino una evolución hacia un rol más estratégico y conceptual”.
Tras analizar multitud de factores que influyen a la hora de adoptar o no el uso de la inteligencia artificial generativa en alguna fase del proceso creativo, el estudio de Dominika Weglarz concluye que hay tres elementos que impulsan, por encima de todo, su adopción:
Dominika Weglarz, que ha centrado su tesis en la adopción de la inteligencia artificial generativa en las industrias creativas, comparando muestras de España y Estados Unidos, señala que existen también factores que frenan la adopción de la IA en las industrias creativas, aunque es difícil establecer barreras universales, ya que estas varían según el contexto, el perfil profesional y el nivel de digitalización de cada organización.
Para ella, aun así, las principales son el miedo al cambio y la resistencia cultural, las limitaciones económicas y la necesidad de formación y actualización casi constante. “Muchos profesionales se sienten paralizados ante la rapidez con la que evoluciona esta tecnología, lo que genera rechazo o desconfianza. En algunos casos, existe la percepción de que la IA amenaza el valor del trabajo humano o, incluso, los propios puestos de trabajo”, explica.
“Por otro lado, muchas de las herramientas de IA más avanzadas, especialmente las diseñadas específicamente para la industria creativa, son de pago y requieren una inversión continua. Esto puede suponer una barrera importante, especialmente para freelancers, pequeñas agencias o estudios independientes con recursos limitados. Lo mismo sucede con la necesidad de costear la formación continua”, concluye Weglarz.
El 1 y 2 de octubre junto con Worksafe
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