El modelo industrial europeo atraviesa un punto de inflexión. El Informe Draghi (The Future of the European Competitiveness) ha puesto cifras y argumentos a una realidad que ya se percibía en los sectores productivos: el motor industrial del continente necesita una actualización profunda. No se trata de un ajuste puntual, sino de una transformación estratégica que definirá la competitividad, la autonomía y la sostenibilidad del proyecto europeo.
Los datos económicos reflejan con claridad la envergadura del desafío industrial europeo. El Índice de Producción Industrial europeo cayó un 2,2% entre 2023 y 2024, prolongando una tendencia negativa de varios años. La automoción, uno de los pilares históricos de la industria, ha reducido su producción en Alemania un 25% desde 2010, y España —noveno productor mundial— también acusa esta presión competitiva. A ello se suma el estancamiento de la productividad: el PMI manufacturero alemán en 2024 se situó en niveles equivalentes a los de 2007, mientras que el PIB germano registró un freno por factores como el aumento de las bajas laborales. Estos indicadores no deben interpretarse únicamente como señales de debilidad, sino como una llamada urgente a acelerar la transformación hacia modelos industriales más digitales, flexibles e innovadores.
La dimensión energética añade urgencia, pero también genera oportunidades. Europa ha pasado de ser parcialmente autosuficiente en 1999 a depender, en gran medida, de importaciones (aproximadamente un 40% en las fechas más recientes), lo que se ha traducido en precios industriales muy superiores a los de Estados Unidos o China. Sin embargo, esta vulnerabilidad se convierte en un catalizador para acelerar la adopción de renovables, la eficiencia energética y la electrificación como motores de autonomía estratégica. En este escenario, la digitalización y la sostenibilidad no son costes añadidos, sino ventajas competitivas que pueden situar a Europa a la vanguardia de la nueva industria global.
La actualización del modelo industrial europeo representa una oportunidad histórica. No se trata solo de preservar sectores tradicionales, sino de impulsar aquellos de mayor valor añadido - como la farmacéutica, la ingeniería mecánica o la aeronáutica - en los que Europa ya cuenta con un sólido capital humano y liderazgo tecnológico. Acelerar la digitalización será clave para reforzar estas ventajas y convertir a Europa en referente de innovación y competitividad.
El paso decisivo radica en transformar la automatización hacia modelos abiertos, estandarizados y definidos por software. La llamada automatización centrada en software (software-centric automation) permite desacoplar la lógica de control del hardware, reutilizar aplicaciones, acelerar implementaciones y multiplicar la capacidad de innovación. Este enfoque no solo eleva la eficiencia, sino que fortalece la resiliencia industrial e integra con naturalidad tecnologías disruptivas como el IIoT, la analítica avanzada o los gemelos digitales.
En Schneider Electric estamos convencidos de que la reindustrialización europea se apoyará en tres pilares inseparables: digitalización para lograr productividad y flexibilidad, electrificación para garantizar independencia energética y sostenibilidad como marco de desarrollo. El software se convierte en el nexo de estos ejes, ofreciendo a la industria la capacidad de innovar, cumplir con los objetivos ESG y reforzar su posición en un mercado global cada vez más exigente.
El motor industrial europeo está llamado a renovarse, y dispone de las capacidades necesarias para lograrlo. Las empresas que impulsen la digitalización y adopten la automatización centrada en software no solo reforzarán su resiliencia, sino que marcarán el camino hacia una industria más innovadora, sostenible y competitiva. La transformación ya está en marcha, y el verdadero reto no es si Europa se adaptará, sino con qué rapidez consolidará un liderazgo industrial a la altura de los nuevos desafíos globales.
Leuze lanza sus primeros sensores con LED Power PinPoint, que destacan por una sencilla puesta en marcha y ofrecer una detección fiable de los objetos gracias a la innovadora tecnología de fuente de luz.El LED Power PinPoint permite que la alineación y la puesta en marcha de un gran número de sensores sea más rápida y fácil, debido a que el diodo emisor de luz (LED) de los sensores emite la máxima potencia luminosa desde una superficie muy pequeña. La tecnología también aumenta la fiabilidad del proceso por medio de una detección precisa.
Se han abordado temas esenciales como estándares abiertos, interoperabilidad, ciberseguridad y análisis de datos en entornos industriales
“En Aveva, creemos que la simbiosis del conocimiento industrial y de la tecnología genera progreso en términos de rentabilidad y de sostenibilidad”
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