MIOTI Tech & Business School incide en la importancia de capacitar de manera integral a los profesionales para poder aprovechar al máximo el potencial de la inteligencia artificial. La IA generativa se ha consolidado como un habilitador clave de futuro, ya que abre posibilidades que van desde el diseño acelerado de infraestructuras hasta la simulación avanzada de escenarios.
Este impulso es importante en un periodo en el que España y Europa deben fomentar la digitalización del sector energético, puesto que, durante el bienio 25-26, convergerán la presión competitiva, los objetivos climáticos y las nuevas obligaciones legales.
“Con el auge de disciplinas como el Big Data y la IA, las empresas se enfrentan a la necesidad de adaptarse rápidamente a un entorno donde las demandas tecnológicas superan las habilidades disponibles”, señala Fabiola Pérez, CEO de MIOTI Tech & Business School. “Este fenómeno, acelerado por la pandemia y enmarcado en la Cuarta Revolución Industrial, ha puesto el foco en las estrategias de reskilling y upskilling de sus trabajadores”.
La compañía destaca que ambas estrategias son complementarias y críticas, ya que mientras la primera permite recolocar talento hacia funciones emergentes, la segunda refuerza la eficiencia del desempeño actual. Además, señala que, más allá de los conocimientos técnicos, la IA exige talentos híbridos que los complementen con soft skills o habilidades humanas, como la adaptabilidad, el pensamiento crítico o la colaboración interdisciplinar.
A pesar del entusiasmo del mercado en torno a la IA, existe una brecha en su aplicación práctica. Un estudio reciente de MIOTI revela que, si bien el 80% de los directivos españoles ya convive con la IA en su vida personal, solo un 30% la aplica en su trabajo. La ausencia de formación actualizada es uno de los principales factores que lo dificultan, y es que solo 1 de cada 10 trabajadores ha recibido formación en esta tecnología por parte de su empresa, según GAD3. Incluso entre los directivos, apenas un 11% se ha formado.
Además, con la aprobación de la Ley de IA de la Unión Europea (AI Act), la capacitación se ha convertido en un requisito fundamental, recogido en el artículo 4, para toda empresa que utilice esta tecnología. Algo especialmente importante para las empresas energéticas por su alta tecnificación. Esto implica asegurar que cualquier persona que opere o use sistemas de IA en la organización esté alfabetizada en esta tecnología, comprendiendo sus capacidades y limitaciones para usarla de forma segura, ética y conforme a la ley.
Ante este contexto, y con el objetivo último de integrar con éxito la IA y desarrollar proyectos efectivos, el centro formativo identifica 4 líneas de acción que las compañías del sector energético deberán implementar para preparar a sus plantillas:
Finalmente, para que estas estrategias realmente generen un beneficio tangible, se requieren recursos y compromiso al más alto nivel. Un aspecto que falla a menudo y que supone el mayor freno a la innovación es la involucración de la cúpula directiva en los procesos de digitalización, al considerarlos más propios del departamento de TI. De hecho, Accenture subraya que solo el 39% de los ejecutivos del sector energético tiene hoy un plan definido sobre cómo la IA transformará su fuerza laboral, y la mayoría carece de una hoja de ruta al respecto.
“Esta omisión es muy peligrosa, ya que para que la IA cale en la cultura corporativa, los líderes deben ser los primeros en entenderla y promoverla. Si no, se arriesgan a implementaciones fallidas y a no obtener el retorno esperado”, apunta Fabiola Pérez. “La alta dirección debe alinearse como principal impulsor, definiendo la ambición y objetivos estratégicos, comunicándolo con claridad y dando ejemplo actualizando sus propias competencias”.
El aumento de la automatización en las tareas rutinarias hace que los profesionales deban desarrollar competencias que ninguna máquina pueda replicar
En una mesa redonda organizada por la Escuela Universitaria Salesiana de Sarrià (EUSS)
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