WIKA ha desarrollado la nueva sonda de pozo sumergible LS-1000 para la medición hidrostática continua de nivel de líquidos. Es adecuada también en condiciones ambientales complejas y con requisitos de seguridad elevados. Cuenta con un diseño robusto, certificaciones internacionales para áreas peligrosas y es de fácil instalación, por lo que supone una solución técnica y estratégica para los fabricantes de equipos originales y los integradores de sistemas que operan en sectores industriales críticos.
La medición hidrostática de nivel es una de las tecnologías más fiables y versátiles para la monitorización de líquidos. Basada en la presión ejercida por la columna de fluido, esta técnica es insensible a muchas propiedades físicas del líquido, como la conductividad, la viscosidad o la constante dieléctrica, e independiente de la geometría del depósito. Este nuevo instrumento intrínsecamente seguro aprovecha este principio para ofrecer una medición precisa y estable en el tiempo, con una deriva de señal mínima y una larga vida útil.
La sonda está indicada para aplicaciones en estaciones elevadoras de aguas residuales, donde la presencia de lodos, fibras y partículas requiere una estructura resistente y materiales seleccionados para garantizar la máxima fiabilidad. En los depósitos de AdBlue, esta sonda garantiza una monitorización constante y segura, contribuyendo al cumplimiento de la normativa medioambiental de los vehículos. En las estaciones de bombeo, la sonda permite un control eficiente del nivel, reduciendo los tiempos de inactividad y optimizando el funcionamiento de las instalaciones. También sirve para la monitorización de depósitos de combustible y aceite, gracias a su compatibilidad con líquidos agresivos y a la posibilidad de funcionar en áreas clasificadas como ATEX, IECEx, FM y CSA.
Esta nueva sonda es fácil de instalar: se sumerge directamente en el líquido mediante un cable de conexión, sin necesidad de realizar modificaciones estructurales en el depósito. El cable, disponible en PVC o FEP, está diseñado para resistir la presión y los agentes químicos, mientras que la entrada del cable está sellada herméticamente para evitar infiltraciones incluso a grandes profundidades. La estructura de acero inoxidable 316L garantiza la resistencia a la corrosión, y la protección IP68 permite una inmersión permanente.
La célula de medición está optimizada para resistir fluidos contaminados, abrasivos o que contienen partículas, y se puede limpiar fácilmente. La electrónica integrada convierte la señal en formato industrial estándar con alta precisión y está protegida contra sobretensiones, lo que hace que la sonda también sea adecuada para instalaciones exteriores expuestas a rayos.
Una ventaja adicional es la posibilidad de funcionamiento con batería, gracias a la salida raciométrica de bajo consumo (< 5 mA), que hace que el instrumento sea adecuado también para instalaciones remotas o en entornos sin alimentación continua. En contextos en los que la temperatura del fluido puede variar, es posible integrar una sonda de temperatura para compensar las variaciones de densidad y mantener la precisión de la medición.
Este instrumento es una solución completa para el control del nivel en entornos industriales. Su fiabilidad, facilidad de uso y compatibilidad con una amplia gama de líquidos y condiciones operativas la convierten en la opción preferida para quienes buscan un alto rendimiento, seguridad certificada y bajos costes de gestión.
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